miércoles, 13 de enero de 2010

Regalé un beso

Regalé un beso, desbordado con males
Perdí la cabeza, encogida en sus hombros
Extravié las llaves de un instante delirado
En compañía de sus manos
Recogí mi sombra a medio metro
Guardé el sonido de un tibio beso, en el rostro de una mañana ingenua

Me acosté pensando en la lengua y compases traicioneros de una palomilla
Me aburrí de coleccionar hostias, con forma de esencias
Probé el aroma de un trozo de miel, etéreo


Comí porque tenía hambre, más la carne…
“estaba cruda por dentro”.

1 comentario:

the Pix dijo...

uaaai que bueno te quedó este
^^